(Exposiciones pasadas recoge mi colaboración realizada para la web de www.artedegaleria.com en 2012-2013)
“La pintura miniaturista es como la
meditación. Necesitas estar totalmente concentrado, y a medida que te vuelcas
en la pintura, tiendes a silenciar todo a tu alrededor”.
Así abre la exposición “More Silence”, de Ayesha Jatoi (Pakistán) en la
Galería Sabrina Amrani de Madrid, que será visitable hasta el día 23 de Abril.
Jatoi se considera a sí misma una artista abstracta minimal, la muestra que
ofrece es una buena prueba de ello, consigue con poco expresar mucho, con
silencio acallar el ruido interior que lleva el espectador a la galería.
Es una exposición cimentada sobre las bases del silencio. Con un único
vinilo que recorre toda la galería se puede apreciar cómo el espectador se
encuentra de bruces con una obra silenciosa, que, interpela al espectador para
que tome un descanso de su vida, o, mejor aún, para que se mire en el espejo
que le ofrece la artista e incorpore su visión a la propia vida, que la haga
suya y acalle su ruido mundano.
Dando un paseo superficial por la galería podremos observar un único vinilo
que se extiende por toda ella, unas sencillas fotografías al fondo y unos
dibujos en grafito, que parecen no tener relación con el resto.
Sin embargo, una mirada más profunda y atenta da cuenta de que es una única
obra la que se encuentra (re) presentada: aquellos dibujos hablan del silencio,
narran escenas, son cuadros escritos, escenas e historias que, en principio,
pertenecen al lenguaje pictórico y a sus formas de expresión y se trasforman en
historias contadas. La pura mirada no sirve, se ha de mirar más allá,
imaginarse a lady, a Krhisna, representarlos
mentalmente, incluirlos en la mirada silenciosa que escruta y profundiza en su
obra. Esta mirada silenciosa se combina con las calladas esquinas, que hablan
desde el fondo fotográfico de la sala. Esquinas atravesadas por la luz y la
sombra, rotas por su propia composición, mudas, pero a la vez, ruidosas. El
vinilo refuerza la idea de la artista de que el texto forma la gran parte de su
trabajo, habla sin voz.
La exposición está abierta a cualquier tipo de
espectador que esté dispuesto a hacer frente a la imagen especular de sí mismo,
que quiera encontrar un espacio silencioso en medio de la ajetreada ciudad de
Madrid.