Anoche acabé de leer el libro de
Planilandia de E. Abbott y de ver la película homónima de 2007 y, claro, no
podía resistirme a escribir un post sobre ello.
¿De qué trata el libro? Como
podéis ver en las imágenes , trata de dimensiones, de interdimensionalidad, de
planos, de formas, de movimiento, de viajes, de física, de metafísica, de transformar la mirada... Pero
no corramos, situémonos un poco y vayamos al meollo.
Cuadrado A hablando con su sobrino Hex sobre las 3D |
Planilandia es un mundo plano donde
todos los personajes (triángulos, cuadrados, hexágonos...) se mueven en dos
direcciones del espacio. En este mundillo surge un incrédulo cuadrado que cree
que hay algo más allá de su percepción, que cree en un “arriba y abajo” y no en
un mero “Norte- Sur”; que cree que hay
una realidad más allá de la que ve que ni él mismo puede comprender, pero sí
intuir. Consciente de sus limitaciones busca comprender el misterio que le
rodea y del que sólo puede ver una minúscula parte. La película, aunque cutre y
mareante, ayuda a representarnos el
mundo de Planilandia de una manera que quizá el texto no consiga llegar a
mostrar, incluso con los dibujos del
propio novelista que intenta, por todos sus medios, explicarse de la mejor
manera.
Esfera y Cuadrado A hablando sobre la interdimensionalidad |
La novela comienza con unas
consideraciones muy interesantes sobre el mundo en 2D que, aunque innecesarias
en gran medida para comprender el desarrollo de la acción, consigue que el
lector se posicione y comprenda el complicado mundo de los planos. Así, se nos
dirá que las figuras solo pueden verse
de lado (sólo pueden ver líneas que se acercan y se alejan), sólo pueden
identificarse tocándose, para comprobar el número de lados e identificar al
vecino, que necesitan moverse constantemente para evitar dañar con sus ángulos
a los demás...
Esa primera parte, que constituye
una descripción del mundo de Planilandia, ocupará una parte importante de esta
novelita, y sirve para preparar el terreno para la novela propiamente dicha. La
segunda parte narrará las aventuras de un cuadrado insaciable y curioso por vocación
(Cuadrado A), que no se conforma con lo que ve, con lo que le cuentan, con lo
que vive en Planilandia. Un cuadrado que quiere más,que quiere alcanzar el infinito aunque lo tomen
por loco. Viajará en sueños al mundo de primera dimensión y desde allí empezará
a plantearse su propia existencia y su papel en el mundo. El texto está lleno
de diálogos maravillosos, especialmente cuando el protagonista se enfrenta a
habitantes de otras dimensiones.
La curiosidad de este personaje que
sale de sí mismo, que transforma su mirada, que rompe las barreras que su
propio pensamiento le impone; hace que
su horizonte se ensanche y se busque en el otro, aunque, para él también sea
incomprensible.
Las 2D y las 3D |
Es cierto que la novela tiene ya
sus añitos (es de 1884) pero no por ello deja de ser actual. También es cierto
que la idea de cuarta dimensión que se maneja está obsoleta- lo sabemos gracias
a la relatividad y otros avances- pero
es un atisbo de lo que estaba por llegar con las revoluciones científicas del
siglo XX. Poder leer el texto de un autor
polifacético, sobre un soñador empedernido, a las puertas de esta revolución
científica, constituye un aliciente para acercarse a la novela.
Es es uno de los alicientes, pero
hay muchísimos más. Se pueden hacer lecturas en clave metafísica, matemática,
física, psicológica, etc. pero cada cual tiene que encontrarse con las suyas y
dejarse llevar a las dimensiones desconocidas, en un texto que es raro y
apasionante a partes iguales. Quién sabe, quizá se encuentre con este simple y
atareado cuadrado en su viaje interdimensional.