Exposiciones pasadas: El verano en la galería Santiago Echeberría.


(Exposiciones pasadas recoge mi colaboración realizada para la web de www.artedegaleria.com en 2012-2013)
Desde el 13 de Junio hasta el 14 de Septiembre la galería Santiago Echeberría ofrece una exposición dedicada a esta estación del año, titulada “Verano 13”.
Es una exposición fresca que sorprende por la vivacidad de sus colores alegres. También por sus cuadros costumbristas, dedicados todos al periodo estival, salvo alguna excepción que ameniza el conjunto. Artistas tan diferentes como Javier Banegas, Alejandro Carpintero, Juan Gallego, Ignacio Larra, Fausto Martín, Flavia Munárriz, Fernández Pinedo y Susana Ragel se dan cita en esta muestra y ofrecen cuadros de varios estilos y formas de entender el verano. De hecho, incluso hay una caja de luz (Imagina cuántas veces puede venderse una idea, Flavia Munárriz, que ilustra y abre esta crónica).
Por un lado vemos arroyos, cuartos de herramientas, casitas de verano, botellas, rostros, espuma de mar, trajes de época, juegos, fiestas y gritos; por otro: esperas, evocaciones, silencios, tranquilidad, esquinas, paisajes, matrículas de coches, árboles, rocas, flores... dialogando en la galería, donde se encuentran interconectados. Ingredientes frescos y vibrantes que hacen que la lectura de las obras sea rápida, suave y cálida.
El espectador podrá encontrarse unas obras que merece la pena ver, que armonizan y se imbrican en el conjunto, donde el aroma que se desprende del conjunto de las obras es lo que hace de esta exposición única, en este tiempo. Aprovechar la estación que estamos viviendo, donde el calor es asfixiante, el sol acompaña sin cesar y el aire brilla por su ausencia es una buena oportunidad para ver una exposición refrescante, variada,  que entra por los ojos y que llama la atención desde el primer minuto.


Exposiciones pasadas: Miradas cautivas. La obra de José Ramón Lozano.

(Exposiciones pasadas recoge mi colaboración realizada para la web de www.artedegaleria.com en 2012-2013)
Hasta el 20 de Julio se puede visitar la exposición “Esencias”, del artista José Ramón Lozano (Ceuta, 1983), en la galería BAT Alberto Cornejo. Es interesante advertir que ésta es la primera exposición individual que se hace del artista.
Lo primero que llama la atención al entrar en la galería es el tamaño de los cuadros y los rostros enormes que observan y gritan desde el fondo del lienzo. Si bien es cierto que también hay cuadros de mediano formato que recalcan la idea del pudor robado y la inocencia perdida, lo más notable son estas grandes obras.
En muchas de ellas podemos ver un rostro que se repite insistentemente, es el de una mujer que grita con su mirada, que se encuentra aislada en su propio mundo. Esta figura femenina es el retrato de su mujer que ha actuado como modelo de las series de sus grandes cuadros. En estas obras se juega con la dialéctica entre polos opuestos donde el artista ha sabido conciliar el silencio y el ruido, la vida y la muerte, el caos y el orden.
Estos rostros gigantescos ofrecen miradas cautivas, que apelan al espectador y le obligan a formar parte de la tensión interna que viven las obras. Los rostros lloran, gritan, nos muestran su dolor y nos sorprenden mirándolos sin que nosotros podamos hacer nada más que mirar la angustia, la ira y la rabia que se expresan en su carnalidad. Esto sucede al mismo tiempo que se nos  exige una respuesta. Respuesta que no puede llegar a darse plenamente, y, por tanto, convierte al espectador en un sujeto que observa y que es visto; pero que no puede actuar, obligándole a convertirse en cómplice del dolor. Los cuerpos desnudos, desnudan a su vez el alma del que mira, que impotente, asiste a un banquete de gritos quedos, de violencia contenida y desgarradora.
Lozano ha sabido encontrar ese punto que desasosiega y que se encuentra en el límite constantemente. Las técnicas pictóricas de trazos gruesos, de detalles íntimos y materia desplegada, potencian más aún la idea de esencia. Parece como si esa fragilidad que exhiben muchas de sus obras no fueran sino la esencia (o la huella) de un pasado remoto que una vez estuvo ahí y se quedó para anclarse en el fondo del cuadro. Un fondo donde la mirada suplicante, la belleza robada, los cuerpos expuestos y su fragilidad al desnudo, donde la violencia y la impotencia juegan un papel fundamental y definitorio de la obra expuesta de José Ramón Lozano.
El título del blog hace alusión a la difusión, visionado y amor por las imágenes. Reflexionaremos sobre las imágenes, sobre películas, sobre el género (audio)visual en general.
Exposiciones, comentarios, críticas, reflexiones, aportaciones, decisiones... llenarán cada rincón de Icon-o-rama.